2. Detectar lo que no es la enfermedad
“Lo que acelera el deterioro… no siempre es la enfermedad.”
La historia de Luis (y lo que descubrió tarde)
Luis cuida a su padre con la enfermedad de Alzheimer moderado. Una noche, su padre se cayó al ir solo al baño. No se fracturó nada, pero desde entonces duerme peor, tiene miedo y ha dejado de caminar solo.
Luis cree que la enfermedad ha empeorado… aunque también recuerda que la luz estaba apagada y la alfombra llevaba semanas arrugada.
¿Fue la enfermedad… o algo que pudo haberse evitado?
Ejemplos frecuentes de posibles causas de EMEs
- Medicación mal gestionada
- Entorno desordenado o mal iluminado
- Falta de seguimiento médico
- Sobrecarga del cuidador
- Problemas de hidratación o alimentación
- Síntomas físicos ignorados
- Falta de estímulos o aislamiento
Lo que MITIGA propone mirar de otro modo
Muchas crisis —caídas, agitación, hospitalizaciones— no son inevitables, pero solemos asumir que sí. MITIGA se refiere a ellas como Eventos Médicos Evitables (EME): sucesos que impactan negativamente, pero que podrían haberse prevenido con pequeñas acciones o más observación.
No son errores médicos. Son consecuencias de un cuidado sin método.
Qué puedes hacer esta semana
1.Piensa en un empeoramiento reciente. ¿Qué ocurrió justo antes?
2. Anótalo como posible EME. Qué pasó, qué pudo causarlo, cómo lo resolviste.
3. Haz un pequeño cambio preventivo. Ajusta entorno, rutina o vigilancia para evitar que se repita.
La pregunta que cambia la lógica:
“¿Esto era inevitable… o hubo algo que podríamos haber hecho diferente?”
Lo que MITIGA te recuerda
- Muchos retrocesos no son por la enfermedad, sino por el contexto.
- Prevenir lo evitable es una forma concreta de cuidar.
- Lo que pasa en casa también influye en cómo evoluciona la enfermedad.